domingo, 1 de diciembre de 2013

"Del vóley a mis recuerdos"

Crónica. Yo me acuerdo muchas veces de pequeña, cuando mi mamá y toda la familia se juntaba, hace muchos años atras, para ver los partidos de vóley como si fuera el mundial de fútbol. Todos gritaban y yo mientras tanto en mi cuarto estudiando y a dormir temprano por que había cole al día siguiente. Mi papá fumando cigarrillo a medio metro de la pantalla de tele, sentado en una silla vieja que se le hacía cómoda por su respaldar. 
-¡Bloquea! ¡Bloquea!
-¡La de la izquierda no sabe defender!


Mi madre eufórica gritaba a todo pulmón pensando que era la entrenadora y que en ese momento por obra y gracia del señor la escucharían y meterían punto. El resto de mi familia deleita la comida hecha en casa por la abuela de sazón piurana, "Made in Perú", sólo la abuela sabia qué bocaditos eran los adecuados para ver el partido. Si era la final o un Mundial, compraba una paquete grandaso de chifles y lo preparaba con carne tipo estofado y con incurtido, de todas maneras ese bocadito era picante de tradición norteña. La mejor comida sin duda que he comida en mi vida y ha sido, sinceramente, hecho en mi casa. No hay amiga(o) que haya provado la sazón de mi abuela que no haya querido repetir el plato. Eso sí a mi abuela no le puedes decir que no en su comida, o comes poquito y si quieras dejas o comes algo que te ofrece, pero de todas comes. Algunos ven su acto como un placer y otros como gentilesa, al fin y al cabo "barriga llena, corazón contento". 

El vóley, para mi papá, era el momento perfecto para fumar a medio metro de la tele, era lo que mas deleitaba, mientras que todos nos inhalábamos el humo que salia de su garganta. Sin duda alguna también lo hacia en el fútbol pero sólo cuando su Alianza Lima jugaba, ahí lo veía solo en la cocina por que todos somos de la "U" y obviamente preferimos ver películas a escucharlo gritar y llorar por que a uno de sus jugadores le metieron falta a propósito... Así es el fútbol. 

Mis tíos también son partícipes en todo momento, a ellos les gusta hablar mucho de la historia y cómo era en esas épocas cuando se jugaban las olimpiadas y Perú era el puntero a temer siempre. Después, halagando a las chicas de hoy por su esfuerzo. Posteriormente, las diferencias entre el pasado y el hoy; y así, sucesivamente. 

Aburrida en mi cuarto escuchaba el: "Salud cuñao'" de mis tíos y mi padre celebrando que Perú está jugando bien. Mi tía y mi madre, rajando de las piernas "flacuchas" y "huesudas" de las chicas que por poco y tenían que salir en ropa de baño por que se les veía todo. No sé por qué a mi nunca me gustó el vóley. Nunca le presté la atención que era como se lo di al básquetbol en mi colegio, me encantaba saltar pero había una gran diferencia: En el básquet corres de un lado a otro y en el vóley te tiras de un lado a otro para defender un mate. Quizá por ese motivo me parecía un poco aburrido. 

Cuando estudié en un colegio de monjas hasta segundo de primaria, siempre que habían competencias, mi madre se apuntaba y como líder destacable de su equipo, siempre ganaban. Me inscribió para practicarlo y hacer deporte desde los 7 años, primero comencé con ballet y no me gustó. Luego, pasé al vóley y me quede un tiempo ahí jugando y ganando pero no era mi 'vacilón', lo mio era el básquet. Después de un tiempo me cambiaron a otro colegio, pero esta vez no era de monjas, sólo de mujeres y católico. Seguro que te sorprenderás, soy hija única, por ende mis padres eran unos maniáticos locos, sobreprotectores, hasta que se dieron cuenta que estaban en una era moderna con una hija que no tiene los mismos pensamientos que le inculcaron a ellos. 

"Del vóley a mis recuerdos" II

Crónica. De todas formas, en el colegio que esté, siempre me metían al vóley, tenian una enfermedad mental por este deporte. Habiendo tantos. Estuve por unos años pero para variar otra vez me aburrió y probé con el básquet, fue tal mi adrenalina que no dejé de practicarlo, pero tenía una nostalgia por mis amigas que jugaban en el recreo y yo no estaba ahi con ellas, muchas veces me llamaban pero tenia mi grupo de básquet y era la típica disputa entre una chica del básquet con una del vóley, pero mientras que fuimos creciendo todo eso fue mejorando. Llegue a jugar para la selección, demasiado bueno para ser verdad, la adrenalina era tal que corría en mis venas y mi corazón no dejaba de palpitar tan rápido como si fuera una bomba que en 3 minutos explotara. Para algunos recreos me escapaba y jugaba en la cancha con mis amigas y la pasabamos bien. 

Otra vez me cambiaron de cole, este fue mixto, ahí descubrí que existía la vagancia. Antes solo veia mi cuarto y mis amigas de por mi casa, no sabía ni lo que era discoteca, ni cual era su función en este mundo. Aquí hubo una gota más de diferencia, la profe de vóley siempre me llamaba para jugar y se volvió mi patasa, eso era lo que me encantaba de mi cole, a pesar de que era chiquito todo era lindo, hasta el vóley cuando me lesionaba en el básquet, me daba por jugar los 45 minutos de recreo voley con las demas chicas. ¡Demasiado bueno! Pero mi corazón a gritas pedía más adrenalina. 

Nunca me olvidaré a mi profe de vóley, era la misma para educación fisica, yo siempre tuve las mejores calificaciones en lenguaje y eduacion fisica, historia del arte era otra de mis materias fuertes, pero cuando le metia floro a mi profe que no queria hacer me mandaba directo ala biblioteca a leer y exponerle algun suceos histórico en el vóley, pensé que me iba a gustar pero lo pude tolerar por que por más que sea un poco indiferente con esta disciplina sigue siendo deporte y divertido por donde lo quieras ver. 

Te diré que no es lo mismo jugarlo a verlo, no es como el fútbol, en el fútbol puedes jugarlo y el jugador puede transmitir la rabia, felicidad, angustia hacia y en el partido, y todo lo que le rodea en ese momento.

Tengo la ligera idea que mi familia lo hacía más emocionante de lo que era. Perú iba perdiendo y llegado un momento se levantaba, empataba y es ahí cuando viene ese suspenso de tres minutos y el continuará de película cuando Perú aprovecha el punto para hacer la diferencia y el país entero se levanta al ver que Perú voltea el partido y el contrincante ya no puede hacer nada para salvarse. "La era Akira" dice mi padrino, deleitando su sabiduria de Wikipedia y otras fuentes de las que él lee para asegurar que lo que dirá no sea refutado por mi tío que sabe mucho también del tema. Porque si uno se equivoca, aquí nadie perdona. Por eso me encanta ver, hasta el día de hoy, partidos de vóley con mi familia, es muy divertido. 

Así es como el vóley en mi vida se hace aburrida y a la vez divertida en verlo y practicarlo. Por eso les recomiendo a todas mis amistades hacer deporte, por más aburridos que sean siempre algo bueno te enseñan y les coges el gusto por que el deporte al terminar el día de tu entrenamiento se convierte en un arte que el cuerpo humano refleja con sus emociones y adrenalina.