domingo, 1 de diciembre de 2013

"Del vóley a mis recuerdos" II

Crónica. De todas formas, en el colegio que esté, siempre me metían al vóley, tenian una enfermedad mental por este deporte. Habiendo tantos. Estuve por unos años pero para variar otra vez me aburrió y probé con el básquet, fue tal mi adrenalina que no dejé de practicarlo, pero tenía una nostalgia por mis amigas que jugaban en el recreo y yo no estaba ahi con ellas, muchas veces me llamaban pero tenia mi grupo de básquet y era la típica disputa entre una chica del básquet con una del vóley, pero mientras que fuimos creciendo todo eso fue mejorando. Llegue a jugar para la selección, demasiado bueno para ser verdad, la adrenalina era tal que corría en mis venas y mi corazón no dejaba de palpitar tan rápido como si fuera una bomba que en 3 minutos explotara. Para algunos recreos me escapaba y jugaba en la cancha con mis amigas y la pasabamos bien. 

Otra vez me cambiaron de cole, este fue mixto, ahí descubrí que existía la vagancia. Antes solo veia mi cuarto y mis amigas de por mi casa, no sabía ni lo que era discoteca, ni cual era su función en este mundo. Aquí hubo una gota más de diferencia, la profe de vóley siempre me llamaba para jugar y se volvió mi patasa, eso era lo que me encantaba de mi cole, a pesar de que era chiquito todo era lindo, hasta el vóley cuando me lesionaba en el básquet, me daba por jugar los 45 minutos de recreo voley con las demas chicas. ¡Demasiado bueno! Pero mi corazón a gritas pedía más adrenalina. 

Nunca me olvidaré a mi profe de vóley, era la misma para educación fisica, yo siempre tuve las mejores calificaciones en lenguaje y eduacion fisica, historia del arte era otra de mis materias fuertes, pero cuando le metia floro a mi profe que no queria hacer me mandaba directo ala biblioteca a leer y exponerle algun suceos histórico en el vóley, pensé que me iba a gustar pero lo pude tolerar por que por más que sea un poco indiferente con esta disciplina sigue siendo deporte y divertido por donde lo quieras ver. 

Te diré que no es lo mismo jugarlo a verlo, no es como el fútbol, en el fútbol puedes jugarlo y el jugador puede transmitir la rabia, felicidad, angustia hacia y en el partido, y todo lo que le rodea en ese momento.

Tengo la ligera idea que mi familia lo hacía más emocionante de lo que era. Perú iba perdiendo y llegado un momento se levantaba, empataba y es ahí cuando viene ese suspenso de tres minutos y el continuará de película cuando Perú aprovecha el punto para hacer la diferencia y el país entero se levanta al ver que Perú voltea el partido y el contrincante ya no puede hacer nada para salvarse. "La era Akira" dice mi padrino, deleitando su sabiduria de Wikipedia y otras fuentes de las que él lee para asegurar que lo que dirá no sea refutado por mi tío que sabe mucho también del tema. Porque si uno se equivoca, aquí nadie perdona. Por eso me encanta ver, hasta el día de hoy, partidos de vóley con mi familia, es muy divertido. 

Así es como el vóley en mi vida se hace aburrida y a la vez divertida en verlo y practicarlo. Por eso les recomiendo a todas mis amistades hacer deporte, por más aburridos que sean siempre algo bueno te enseñan y les coges el gusto por que el deporte al terminar el día de tu entrenamiento se convierte en un arte que el cuerpo humano refleja con sus emociones y adrenalina.


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